El sol está en pleno apogeo, la temperatura va subiendo y
el viento nos envuelve en una atmosfera pesada, pero la excursión merece la
pena, las Bardenas Reales están verdes, algo que no vemos en muchísimos años.
Día
extraño, emociones encontradas se mezclan con el ambiente.
Aquí os dejo unas fotos de esta belleza, naturaleza
muerta que parece reclamar un poquito de vida.