Viaje a Japón



Dia 1 

Nerviosos y expectantes, ante la inminencia de nuestro viaje a Japón, junto a mi hermana Pilar y mi sobrino Tadeo, nos reunimos con los demás miembros del grupo, mi profesora de japonés Aya sensei, mis compañeros de clase y sus consortes, ultimamos los preparativos de tan ansiado viaje. Las risas y emociones se entremezclan junto a la comida japonesa de la que damos buena cuenta. Ya quedan pocos días para sumergirnos en una cultura tan diferente.
Ultimando el viaje
 Partimos de Tudela en microbus al aeropuerto de Barajas, unos duermen, otros comentan  lo que desean hacer cuando lleguen, el tiempo pasa rápido. Sin tiempo para desayunar buscamos nuestro vuelo Madrid–Paris, embarcamos pensando que, en algo mas de una hora estaremos en Paris y podremos llenar nuestras tristes panzas. A la llegada a Paris lo primero en mente es un desayuno-comida a la espera del vuelo Paris– Tokyo. Por fin partimos, el viaje dura 10 horas que se hacen interminables. Llegamos al aeropuerto de  Narita (tokyo) a las 9 de la mañana hora Japón, hay una diferencia de 8 horas mas. Ahora tendríamos que estar durmiendo en España.
Viaje Tudela-Tokyo

Aya sensei y Dani nos esta esperando en el aeropuerto, Con un cartel que reza, “a todos los de Navarra, bienvenidos”. Ya comienza nuestra andadura en tierras Niponas. 

El trayecto del aeropuerto a Shinagawa (tokyo) donde tenemos nuestro hotel, lo hacemos en autobús, así que añadimos una hora mas de viaje, parece que no llegamos nunca.
Aeropuerto de Narita-Tokyo
El hotel esta muy bien situado, la estación de Shinawaga la tenemos a unos pasos, lo que nos evita hacer recorridos inmensos para ir a cualquier sitio. Desde los ventanales de la habitación, puedo ver la Torre de Tokyo y la magnitud de la ciudad que esta a nuestros pies, estamos instalados en la planta 32 y quedan todavía muchas por encima. 
    
Sin demorarnos demasiado en el hotel, nos aventuramos a la red de metro y JR, que es que utilizaremos habitualmente para movernos por Tokyo, ya que con el Japan pass, accedemos directamente a los trenes Jr (es una red con el metro pero de otra compañía).
Hotel
El interior de las estaciones están llenas de pequeñas tiendas, desde pastelerías con pastelitos que mas parecen cuadros coloristas, comida para llevar “obento”, ubicada con delicadeza en sus cajitas de madera....., prensa, tabaco (por cierto, 1 euro mas barato que en España), ropa , son centros comerciales donde puedas adquirir de todo y súper limpios. No hay papeleras en Tokyo, lo que te sobra lo guardas y lo tiras en casa, en hotel..., deberíamos aprender, nuestras ciudades lo agradecerían.
   
Tenemos la imagen de que los metros en Japón, son como sardinas en lata, la TV, youtube, nos han divulgado esas imágenes un sinfín de veces, pero quitando las horas punta de 7 a 8 de la mañana y de 6 a 7 de la tarde, es como veis en las fotos, casi vas solo en el vagón. Por cierto como nos hizo tan mal tiempo, pudimos comprobar que los asientos están calientes a modo de calefacción, es genial.  
JR
La primera parada que hacemos es en la estación de Harayuku, nada mas salir, nos sorprende un mundo diferente, mucha juventud disfrazada de sus personajes preferidos de anime, es algo que hacen sobre todo los fines de semana. Les encanta hacerse fotos con los turistas, te ponen su mejor cara, no se cansan de decir “si”. Ponen su sonrisa y sus dedos en forma de V, nosotros decimos “patata”.
Harayuku
De ahí nos encaminamos paseando al “Templo Meiji”, (el templo sintoísta mas importante de Tokyo), en este bello lugar se casaron Dani y Aya. Nos internamos en un bosque urbano (parque Yoyogi) de grandes dimensiones y pulmón de la ciudad, hasta llegar al templo. 
     
Nos enseñan como purificarnos antes de entrar, “cogemos un cazo de madera con la mano derecha, mojamos la izquierda, sorbemos agua y la escupimos.
    
Llaman la atención las miles de tabillas con textos, minuciosamente colocadas alrededor de un árbol, son deseos cumplidos o por cumplir.
Templo Meiji y Parque Yoyogui
Salimos del Parque Yoyogi, y nos adentramos en la selva comercial, Omotesando Dôri, una calle estrecha, atestada de comercios, carteles... y donde poner un pie delante de otro se hace difícil. 
    
Observamos que todas las calles de Tokyo, tiene postes luz atestados de cables todos a la vista, la estética es horrible pero practica, en caso de terremoto, algo que hay dia si y otro también, agiliza el pronto restablecimiento de la luz para la ciudad, practico pero feo.
Ometesando dori

Acabamos el dia con una cena en restaurante. Se nos unen unos amigos japoneses de nuestra profesora, e intentamos practicar nuestro pobre japonés, pero terminamos usando el lenguaje universal “los gestos”, tendremos que estudiar mas. La comida japonesa no es precisamente mi mayor pasión, pero descubro que el atún crudo me gusta. Eso si damos buena cuenta del sake.
Cena en tokyo

Dia 2

En nuestro segundo día en Tokyo, nos unimos a compañeros, amigos y la familia de Aya sensei para hacer hanami. Hanami (花見, lit. “ver flores”), es algo muy especial, se reúnen familias y amigos, en alguno de los muchos jardines que hay en la ciudad, para contemplar las flores de Sakura ( de los cerezos). Extienden sus plásticos y colocan la comida en común ( un picnic ), todo ello para disfrutar de los miles de cerezos en flor. El pronóstico de florecimiento es anunciado cada año por la oficina de meteorología. 
     
 Hemos llevado de España un poco de todo en previsión a este día, así que ponemos en común la comida y bebida que hemos traído para la ocasión, (les encanta el jamón y a quien no), les proponemos beber en bota y se animan a probar, fue muy divertido.

Ohanami

Concluido el picnic y las consabidas despedidas, caminamos por los alrededores del parque, calles con sabor antiguo, son sobrias, elegantes, donde el orden no es una opción, todo esta impecable. Esto es lo que yo quiero ver en Japón, las grandes urbes me marean.
Calles de Tolyo
Por la tarde decido aventurarme sola “es el lugar mas seguro del mundo”, quiero ir a Yanaka (Ueno), este barrio es de los pocos que aun mantiene su identidad, aquí no ha llegado los rascacielos ni los inmensos centros comerciales, sus calles están llenas de diminutos comercios, todos antiguos pero bellos y muy cuidados, compruebo que a pesar de mi torpe japonés hacen verdaderos esfuerzos por entenderme, son muy amables y siempre sonríen lo que da tranquilidad a mi torpeza.
Yanaka (Ueno)
Dia 3
Tercer día. El tiempo pasa muy rápido. Hemos quedado en la estación para pasar el día en la Ciudad de Kamakura, es una ciudad costera llena de templos y santuarios, en ella veremos al gran buda “Daibutsu” y nos enseñaran el arte de la ceremonia del te....La estación en la que bajamos en Kamakura en muy pintoresca.
Estacion en Kamakura
Paseamos hasta llegar al Templo Tokei-ji, antiguamente era un convento que se utilizaba como refugio para las mujeres que querían divorciarse de sus maridos. En una pequeña casita de madera dentro del recinto del templo nos espera la Maestra “en la ceremonia del te”. Nos descalzamos, entramos en el interior y nos colocamos para recibir la clase. Todo es muy ceremonioso, pausado, casi místico, el te amarga tanto que te obsequian antes con un pastelito, 100% azúcar, (hace que su textura sea un tanto denterosa), pero nuestro compañero Alberto le encanta, así que con disimulo vamos pasándole algunos. Ha sido toda una experiencia.
Cermonia del Te - Templo Tokei-ji
Paseamos por los esplendidos jardines del templo, el verde lo invade todo, es un lugar relajante donde parece haberse detenido el tiempo, nuestro caminar se serena en un paseo sosegado.
Jardines del Templo Tokei-ji
Callejeamos hasta llegar al Templo Kotokuin, que alberga a uno de los Daibutsu (buda), mas famosos, realizada en  bronce, mide  13 m. y 93 tm. de peso. Nos explican que en el siglo XV, estaba cobijada en su templo, pero un tsunami lo destruyo, quedando únicamente la escultura, desde entonces permanece a la intemperie. Visitamos su interior como curiosidad.
Templo Kotokuin - Daibutsu

Templo Kotokuin - Daibutsu
Es hora de manjar. Comeremos en restaurante que han reservado. Las mesas dispuestas para 4 personas, son las típicas japonesas, ósea que al suelo a sentarse. La falta de costumbre hace que al poco tiempo no sepas cómo colocarte para estar cómoda y en el centro una enorme plancha, nos miramos, ¡sorpresa!, tenemos que cocinar nosotros, muy amablemente nos van sacando los ingredientes. A los pocos minutos la sala se llena de humo, casi no nos vemos, es increíble, las risas y bromas nos acompañan en esta labor. Tras tan curiosa comida, nos encaminamos a visitar el Templo Hase-dera.
Restaurante en kamakura
Calles de Kamakura
El Templo Hase-dera, es uno de los más conmovedores de esta ciudad, es el templo a los niños perdidos, y aunque es sobrecogedor ver tantas estatuas jizo, no deja de ser en bello lugar. En el interior podemos contemplar un Buda Kannon de madera de 9 m. de altura y sus 11 caras. Sus jardines son magníficos y desde ellos contemplamos la playa de Kamakura.
Templo Hase-dera

Nos despedimos de Kamakura, sabiendo que esta ciudad tiene mucho más que ofrecernos.
Kamakura
Dia 4
Cuarto dia.Hoy tenemos nuevo destino, Kioto. Nos trasladamos de ciudad y lo hacemos en el Sinkansen (tren bala), es uno de los trenes mas rápidos del mundo. Llega puntualmente y nos acomodamos en nuestros asientos, lo haremos en 3 horas, así que para cuando nos damos cuenta ya hemos llegado a Kioto, aquí nos esperan nuevas experiencias.
Estacion Shinkansen en Shinawaga
Desde el tren podemos admirar el Monte Fuji-yama, las maquinas de fotos echan humo,  ¿quien hará la mejor foto a esta velocidad?

Nuetra llegada  a Kioto, esta prevista para media mañana.
Fuji-yama desde el Shinkansen
Nos registramos en el Ryokan ( hotel estilo japones), la curiosidad de las habitaciones nos demoran un tiempo. Bajamos raudos a recepcion, donde nos esperan los compañeros de viaje, queremos ver lo maximo de esta ciudad, en la que estaremos escasamente dos dias. Todos queremos ver lo mismo pero el medio de transporte nos divide, unos quien ir andando, nosotros en autobus urbano y otros en Taxi.

Pilar, Tadeo, Anne-Marie, Jesus y yo , nos acercamos a la estacion de kioto, a dos calles del hotel, ahi tenemos las paradas del los autobuses.

Buscamos el autobús que nos lleve el Templo Sanjûsangendo , el templo de los 1001 budas.

Subimos al autobús, primera pregunta ¿donde se paga?, el bus va a tope apenas podemos movernos, le hacemos gestos a uno de los pasajeros esperando nos entienda, nos señala un cajetín, esta en medio del autobús, amablemente alguien nos sacan 5 billetes y se los van pasando hasta llegar a nosotras, pero “¿ como le pagamos?” ni siquiera sabemos cuanto cuesta, nos da un ataque de risa histérica que contagia a mas de una pasajera. Otra pregunta “¿donde tenemos que bajar?” la risa aumenta haciéndonos llorar, no sabemos si llegaremos al destino deseado pero la situación es única. Como podemos, sacamos un plano, señalamos nuestro destino y preguntamos a un viajero donde bajarnos, nos deben de ver tan perdidos, que la japonesa le dice algo a su antecesor y así sucesivamente llegando nuestra pregunta al conductor, que hace un gesto con la cabeza asintiendo, nosotros seguimos perplejos y riendo, la escena es cómica. De repente las cabezas se van girando a la vez que se hace un pequeño pasillo, debe de ser que hemos llegado a nuestra parada, avanzamos no sin dificultad hasta llegar al conductor que nos señala una pantalla, el billete tiene un nº 5, vemos que la pantalla te indica el precio, le damos un billete al conductor pero este nos muestra donde introducirlo y así lo hacemos, pero esto no termina aquí, porque la maquina es para darte cambios, e introducir el importe exacto por otra ranura, por fin bajamos, este autobús hoy no llega a su hora seguro.
    
Nota: 1º llegaron los que iban andando, 2º nosotros en aútobus y 3º y últimos los del taxi, el pitorreo estaba asegurado.
En autobus por Kioto

El templo de Sanjûsangendo, es un templo budista, muy famoso por sus 1001 estatuas de la diosa Kannon, alineadas marcialmente, su aspecto dorado y sus ojos de cristal, causa una sensación rara pero a la vez hermosa. Pero el motivo de ir a este templo no solo eran sus esculturas, este es el edificio mas antiguo con sistema de alarma, me explico: “En la antigüedad los palacios eran atacados casi siempre de noche, dejando a los moradores de palacio indefensos”, entonces surge la alarma inventada en este tiempo, para que no se les pueda coger desprevenidos. Eso es lo que yo quería apreciar. Cuando entran los atacantes lo hacen sigilosamente para no ser oídos, en es momento salta la alarma que es un trino de pájaros muy liviano, lo que hacia ponerse en guardia a los moradores. Si pisas rápido el sonido no se activa, así que si quieres probarlo anda muy despacio y agudiza el oído. Un bonito invento realizado todo en madera, y que no lo indican las guias turisticas.   

Templo de Sanjûsangendo

Interior del templo imagen cortesia de google
Sacamos el plano y nos dirigimos a ver el Templo Kiyomizu-dera (Templo del agua pura), esta a poca distancia, así que decidimos caminar. El paseo se hace un poco incomodo, es zona turística y las calles esta abarrotadas de gente. Unas escaleras nos encaminan al templo, uno de los mas famosos. 
   
Siempre esta atestado de publico, la mayoría japoneses que vienen a beber del  manantial Otowa-no-taki, esperan pacientemente su turno para acceder a uno de sus tres caños, según cuenta la leyenda el agua es tan pura que tiene propiedades curativas. También es popular por el Jishu-jinja o templo del amor, se compone de 2 piedras separadas unos metros, entre las que debes andar con los ojos tapados para encontrar el amor deseado, otra leyenda. 
Templo Kiyomizu-dera
Es la hora de comer así que decidimos hacerlo dentro del recinto junto a unas preciosas pagodas en las que comen japoneses ataviados con magníficos kimonos. Es curioso ver en todas las ciudades que hemos recorrido como confluyen kimonos, con disfraces de anime, con trajes....todo en un mismo lugar.
Templo Kiyomizu-dera

Por la tarde nos adentramos en  el famoso “Camino de la filosofía”, tiene aproximadamente 2,5  Km. desde el puente Nyakuji hasta el Templo Gingakuji (Templo de Plata), el trayecto que discurre junto a un canal, salpicado de Templos y repleto de cerezos que en esta época están en su máximo esplendor, es un remanso de paz.
Buscando el "Camino de la Filosofía"
Nuestro paso se hace lento disfrutando de cada instantánea. Observamos el caminar pintoresco de unas jovencitas japonesas vestidas al modo tradicional, con dudas nos acercamos a ellas, queremos hacernos un fotografía con ellas, acceden encantadas, es una de las fotos que mas me gusta de mi viaje, encierra tradición, amabilidad, paz y color. Nuestro caminar es tan lento que cuando llegamos al Templo Gingakuji (Templo de Plata) ya esta cerrado, otra vez será. 

Camino de la Filosofía
Deambulamos por las calles atestadas de comercios hasta nuestra parada de autobús, ahora ya sabemos como coger el ticket y pagar, esta noche tenemos cena todos juntos.
Entrada Templo de la Plata y vuelta al Hotel
Hoy nos vamos todos juntos a cenar. Unos amigos de Aya nos acompañan quieren practicar Español. El restaurante esta en un barrio antiguo, nos movemos por calles estrechas con sus casitas de madera y todas con su cubito rojo lleno de agua en un lateral de la puerta, (es obligatorio por ley). Penetramos en el restaurante es pequeño como todos los que hemos visitado, somos 18 personas y tan solo con nosotros ya esta lleno. 
    
¡Y otra vez!, nos cocinamos nosotros, en éste, en lugar de plancha, tiene unos fuegos a gas, pero la misma mecánica, ellos traen los alimentos, tu cocinas. La velada transcurre divertida, fotos, risas, conversaciones inacabadas Japonés-español. Rita nos muestra su casa, para que veamos como es una de estas casitas. Esta ordenada al máximo, minimalista, en espacios tan pequeños todo tiene que estar medido, las escaleras son difíciles de subir pero muy complicadas de bajar, súper estrecha y empinada, casi todos optamos por bajarlas de culo, nos falta destreza en este arte.

Dia 5

Quinto día. Hoy salimos hacia Nara, tenemos 45 km. el viaje es breve. Nos encontramos con un conjunto de Templos en los que se incluyen, Horyuji, Todaiji, Kofukuji, Santuario Kasuga, Gangoji, Yakushiji, Toshodaiji …

Comenzamos por el Templo Kofukuji , que consta de más de 150 edificios, solo pensarlo me agota, y como comprenderéis es absurdo verlos todos, nos centramos en Horyuji, son el Nandaimon (Gran Puerta del Sur), el Kondo (edificio principal), el Shoryoin (el pabellón del Espíritu Santo), la pagoda de 5 pisos, la más alta de Japón y símbolo de la ciudad, él Daikodo (el pabellón de lectura) y el Yumenodo (el pabellón de los Sueños), al ser tan inmenso, parece que estemos solos. Agotados, pero dispuestos, nos dirigimos al Templo Todai-ji.
Templo Todai-ji
Llegamos en varios taxis al templo Todai-ji, la entrada esta atestada de ciervos, están tan familiarizados  a los turistas y a que estos los alimenten , que no puedes dar un paso, si intuyen comida te asedian de forma agobiante. 
Cievos en Nara
 Los extensos y bellos jardines están en plena explosión de color. ¡Dios mío!, es la primera vez que vemos esa afluencia de gente, por fin entramos al Templo Todai-ji es un templo de madera mas grande del mundo, con unas dimensiones de 56×50×50 metros. En su interior una estatua gigante de Buda Dainichi (Gran Buda Sol) 14.98 m y 500 toneladas, tiene tal envergadura que en una mano pueden tentarse 4 personas, está a rebosar de turistas oriundos, la mayoría viene a pasar a sus hijos por el hueco de una columna de madera (no recuerdo la tradición) , el interior está lleno de pequeños puestos de suvenires, es muy agobiante, así que decidimos dar una vuelta rápida y salir al exterior.
Interior del Templo
 Ya es la hora de comer así que nos alejamos para buscar un sitio más tranquilo. Muy cerca hay un mercado con el techo acristalado, lleno de pequeñas tiendas y restaurantes, alejados de los turistas, me encanta, después de comer hacemos alguna compra, pero nos chocan los precios de la fruta, son prohibitivos.
Comida de nara y Vuelta a Tokyo

Dia 6
Sexto día. Tenemos la agenda a tope, ir a Inari, Templo de Oro, Jardines Zen y para rematar Teatro, hotel y vuelta a Tokio. Comenzamos la mañana con un estrenado desayuno japonés, la sala es inmensa, según vamos llegando nos acomodan y nos sirven, ¡OH, necesito un café!, es un desayuno muy singular, tofu en un tazón con agua caliente, un pedacito de tortilla, una lamparita de vela que cocina un pescadito y boles pequeñitos con alimentos que no identifico, ¡OH, yo necesito un café!. 
Hotel en Kioto

Nos ponemos en marcha la agenda aprieta, primer destino Inari. Tomamos un cercanías en la estación de Kioto, el viaje es breve, la primera impresión nada más salir de la escasa estación de Inari, es genial, vuelvo a ver el Japón tradicional, casitas pequeñas, calles estrechas y bullicio oriundo. Guiados por Aya y Dani, llegamos a un gran tori, puerta de entrada al santuario de Inari, es hermoso, el color rojo lo invade todo, se está iniciando una ceremonia japonesa, sus kimonos, sus pausados y estudiados movimientos, te evaden de todo pensamiento, solo contemplas y admiras. La lluvia interrumpe muestra atención. Empezamos la ascensión, miles y miles de toris  crean el pasillo para ascender, cada uno de ellos esta llenos de inscripciones, son ofrendas de empresas y particulares, el recorrido es largo y a veces incomodo por la cantidad de escaleras, hay zonas de altares, colores e incienso, es el lugar mas bello de este viaje.   
Inari
inari

Dando un larguísimo paseo, llegamos al Templo Ryôan-ji (jardín zen), es un templo con extensos jardines y un gran lago, el lugar es divino pero la lluvia ha decidido que no podamos disfrutarlos como se merece, dentro del amplio recinto esta el famoso Jardín zen(seco), un espacio rectangular, su suelo de gravilla rastrillado cada día haciendo dibujos distintos pero milimétricos, compartiendo espacio 15 rocas dispuestas en grupos de 2 ó 3, el silencio lo invade todo, sentado en las escaleras frente al jardín los visitantes parecen meditar, pero hacemos todos o casi todos lo mismo, contamos las rocas 1, 2, 3,….14, no hay forma de ver la roca 15, da igual donde te coloques solo veras 14. (Teoría zen), seguimos la visita y contemplamos el jardín húmedo, suelo de musgo y unos arbolitos lo conforman, para mi mas relajante y bello.
Jardin zen Templo Ryôan-ji

Es la hora de ir al teatro, y llegar no ha sido nada fácil, gracias a una parejita japonesa que nos ha llevado hasta la misma puerta. De repente abren las puertas, salen de la sesión anterior, unos a otros nos miramos, entre el público, una geisha, rápidamente maquinas en alto, alguien le pide por favor una foto, Alberto se encarga de hacerla, menos mal que los demás disparamos las nuestras, el no atina con la maquina, dice que es nueva, ja, ja, creemos que los nervios le han jugado una mala pasada, ya tenemos tema para incordiarle.
Llegada al Teatro
Nos toca el turno, la entrada es totalmente diferente a nuestros teatros, un ancho pasillo con su alfombra roja nos conduce a los magníficos jardines interiores y sus pequeños estanques, avanzamos por un corredor abierto suspendido sobre el agua , nos conducen al primer piso, es una sala en tonos verdes y dorados,  una no muy amable japonesa, nos va colocando, una geisha y una maiko hacen entrada, ataviadas con kimonos de seda, sus peinados y maquillaje característico, la geisha viste colores austeros, y adornos discretos, al contrario la maiko, su kimono es de colores vivos y sus adornos llamativos, yo siempre pensé que era al revés, muy ceremoniosamente se colocan, en el centro de la sala, es una ceremonia del té, realizada por una geisha, nos sirven té y un pastelito como siempre súper dulce, y un papel para que te puedas llevar de recuerdo el platito.
Ceremonia del te con Geisha y Maiko
Finalizada la ceremonia del té, nos encaminamos al interior en busca de nuestros asientos, el interior es de lo más sobrio, solo el rojo intenso de las butacas y unos farolillos. Somos los únicos extranjeros en la sala y eso les llama la atención, comienza, salen al escenario, no hay diálogos, solo música acompasada por los movimientos de las geishas, miro a mi sobrino tiene 12 años, pienso “este se va a aburrir como una ostra”, la actuación ha sido muy bella, ha merecido la pena. De vuelta al hotel comentamos la belleza de los movimientos y como al principio de la función, esa música suave, liviana hace que nos invada un profundo sueño, y que un acompasado sonido de campanillas nos saque de nuestra ensoñación. Le pregunto a Tadeo que le ha perecido, y mi sorpresa es grande, le ha encantado. El día ha sido largo pero intenso. Esta noche regresamos a Tokyo.
Interior del teatro

Dia 7
Septimo día. Al medio día partimos hacia las montañas así que, aprovechamos la mañana para visitar el Templo Sengakuji muy cerca de del hotel. Este templo es de gran importancia para los japoneses, en él está el cementerio de los “47 Ronin” (los 47 Samuráis sin dueño), la historia nos cuenta. Que había dos señores feudales que siempre estaban con disputas, Kira Kazukenosuke había decidido llevarle siempre la contraria Asano Naganori. Un día durante una reunión, Kira le provoca tanto que Asano, que este saca su espada e intenta matarlo, este acto le lleva al arresto y condenado a hacerse el Seppuku (Hara-kiri). Asano se suicida y su familia es desprovista de todo bien. Ante tal hecho Oishi Kuranosuke, jefe  de los samuráis que estaban bajo las órdenes de Asano, decide vengar a su señor. Durante un tiempo se hace pasar por un borracho empedernido, esto hace que Kira se relaje y no vea peligro de venganza, pasado dos años y viendo la decadencia de los samuráis se cree a salvo,  en ese  momento Oishi  junto a los 47 samuráis de su señor, asaltan  la mansión de Kira clamando venganza, cortándole la cabeza y llevándola al templo de Sengakuji. Los 47 samuráis sin dueño son condenados al suicidio, en contra del pueblo. En Sengakuji están las tumbas de los 47 samuráis sin dueño que suicidaron el 14 de diciembre de 1702. Un monumento a la lealtad.
Templo Sengakuji


Cogemos un tren que nos lleva a…………, ahí nos está esperando el microbús del Hotel, su estética es la misma que los taxis en Tokyo, con sus tapetes de ganchillo sobre el reposacabezas de todos los asientos, ¡Cuánto les gustaría a nuestras abuelas!, nos adentramos en una carretera de montaña. Nos dan la bienvenida, las zapatillas dispuestas en recepción, nos asignan la habitación y una persona que velara por nosotros, nos lleva unos yakutas y nos los coloca para que aprendamos, el hotel es un onsen, así que ese será nuestro vestuario mientras permanezcamos aquí. 
LLegada al onsen y cena
 En la última planta del hotel están el onsen, 24horas abierto, es un magnifico en descubrimiento. Los compañeros de viaje nada más llegar se sumergen en ellos, yo estoy demasiado cansada, el cambio de hora y mi cuerpo todavía no se han puesto de acuerdo, así que decido dormir, (después nme entero de que al no bajar a cenar, le preguntaron  a Aya sensei si me pasa algo y si necesito alguna cosa, la amabilidad es impecable),me despierto a las 3 de la mañana, me he perdido la gran cena, pero descubro una bandeja con alimentos, mi cansancio era tal que no me percate de que alguien la había depositado junto a mi, decido subir al onsen, es impresionante, 3 piscinas con distintos tipos de agua y temperatura, grandes duchas, sillones relax…… y ¡todo para mi sola! Oigo la puerta una japonesa hace su entrada, me saluda cortésmente, miro el reloj y me doy cuenta que son las 7 de la mañana, mi cuerpo parece flotar.  
 
Dia 8

Octavo día. A las 8 ya estamos todos desayunando, hay que aprovechar la mañana, al medio día regresamos a la gran ciudad, y hay que probar los onsen que hay al aire libre en la montaña. Con nuestros yakutas salimos del hotel, nada más cruzar la carretera unas escaleras nos llevan a unos onsen que sobrevuelan la montaña, nos sumergimos en el agua junto a la naturaleza, mi hermana y yo disfrutamos como niñas, otras escaleras nos adentran en un bosque en el que hay unas grandes pozas de agua caliente, ¡Guau! Indescriptible, os aconsejo te tengáis esa experiencia. Si vuelvo repetiré.
Onsen exterior
 Nos despiden todo el personal en la puerta y subidos al microbús y "volvemos a la realidad".
Desayuno y despedida

Antes de partir hacia Tokyo, hacemos una parada en el camino, nos quieren mostrar en puente más largo de Japón, unas fotos, unas risas y muchos proyectos por hacer.
Parada en el camino

Ya en Tokyo, nos acercamos al  Centro Pokemon, es pequeño pero hay miles de diminutas almas, todos ensimismados, alegres sin saber dónde escoger.
Centro Pokemon 
Regresamos al hotel dando un gran paseo por las calles de Tokyo.
Tokyo
 Dia 9

Noveno día. Hoy Lo pasaremos en Tokyo, primera parada Shibuya. El famoso Cruce de Shibuya siempre tan concurrido nos sorprende, está tranquilo, es pronto y no ha comenzado el ir y venir de los viandantes. Desayunamos, fotos aquí y allá, a la torre 101, al cruce, y como no la estatua de Hachiko, alzada en honor al perro Hachiko por su lealtad, es además lugar de encuentro de la juventud, como comprobaremos por la noche.
Esculrura de Hachiko
Mi hermana y Tadeo experimentan  sensaciones con sus mascaras, su uso está muy extendido entre la población, la diferencia con el mundo occidental es que ellos, se la ponen para no contagiar por ejemplo de un catarro, a sus familias, amigos, compañeros de trabajo, aquí nos las colocamos para no contagiarnos. Gran diferencia.
Cruce de shibuya

Queremos comprar unos libros en japonés, así, practicaremos a nuestro regreso, nos ponemos en marcha, bajamos en la estación de akihabara, es una zona saturada de tiendas de música, son locales especializados, en guitarras, instrumentos de viento…., conectamos con Kanda, una zona llena de librerías, es una gozada, libros y libros donde mires. Damos con una librería de segunda mano donde descubrimos libros antiguos,  después de un buen rato nos decidimos por varios, me contengo me llevaría la librería entera, pero también queremos unos buenos diccionarios. Hemos oído hablar del Instituto Cervantes y no está muy lejos de aquí, el paseo es agradable hoy es de los pocos días que hace buen tiempo.


comercios de  instromentos musicales
 Entramos en la librería del Instituto cervantes, intentamos expresarnos en japonés y nos responde en español, ¡oh esto sí!. Tas unas presentaciones y mucha conversación adquiero  unos diccionarios, nos intercambiamos los email y subimos a la ultima planta vamos a hacer  un receso en cafetera-restaurante del Instituto Cervantes, estamos agotadas de tanto caminar. 

Al año siguiente, Kazuko san propietaria de la libreria y amiga desde entonces, me visito en españa, pasando unos dias preciosos.
Instituto Cervantes en Tokyo
 Con toda la tarde por delante, me subo al metro sin dirección, voy bajando en algunas estaciones, Shinbashi, akihabara…. paseo por las distintas zonas hasta que bajo en la estación de Okachimachi. Nada más salir de la estación sé que voy a disfrutar, toda la calle es un mercado (mercadillo Ameyoko paralelo a la línea de Jr. llegando hasta Ueno), colores, olores, y mucho trasiego, hay puestos de todo, pescado, especias, ropa, juguetes……, me encanta creo que soy la única turista en la zona, descubro el panchiko, son salas de maquinas de juego en las no ganas dinero sino bolitas que cambias por artículos, son ensordecedoras.

Okachimachi

Nos hemos reunido en el holl del hotel tenemos una fiesta en un bar con Sato san y algunos amigos de Aya sensei. Nos bajamos en shinyuku, la ciudad esta viva, viandantes en un ir y venir, luces de neon a diestrio y siniestro.
Shinyuku
Nos encaminamos al Golden gai, un entramado de callejones estrechos y apenas iluminados, saturado de diminutos bares nocturnos. Algunos son tan angostos que hay que ir en fila india, la música atraviesa sus paredes, oímos acordes familiares,  flamenco, nos arremolinamos en torno a una diminuta ventana, lo están pasando en grande.

Golden gai
Llegamos a nuestro local, entramos y comprobamos que es minúsculo con unas escaleras de unos 40cm que se izan en un ángulo difícil de subir, peligroso de bajar. En el primer piso hay un habitáculo con un blanco inmaculado 2 mesas bajas y asientos apoyados en las paredes, los chicos tocan el techo con la cabeza y la anchura de la habitación es de 4 personas sentadas, ir al baño va a ser un problema, levanta a todos y baja esas fastidiosas escaleras. Pero la diversión está asegurada. 

 Fiesta con Sato san y demas.....

Terminamos a las 3 de la mañana el metro está cerrado desde las 12 así que regresamos en taxi al hotel. En Japón operan distintas compañías de taxis y cada una trabaja con una tarifa, hay que consultar el coste de la carrera. Ha sido un día muy intenso pero  la cercanía de mi regreso me entristece.

 Dia 10

Decimo dia. Salimos del hotel con destino al Aeropuerto, caras de sueño, parcos en palabras, montamos en el autobús que nos lleva a coger el avión y con ello la conclusión del viaje. Los días han pasado raudos, pero el sabor permanece y con ello una promesa.
Vuelta a casa
 Vistas panoramicas desde la Torre del Ayuntamiento.

Panoramicas de Tokyo





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